Título original: Sweet Destruction.
Autora: Paige Weaver.
Serie: Autoconclusivo.
Género: New adult, romance, contemporanio.
Hay una delgada línea entre el amor y el odio y ellos estaban a punto de cruzarla.
Mi nombre es Samantha Ross y esta es mi vida.
Yo existía en un mundo que pocos conocen. En resumen, los remolques y las calles criminales eran mi hogar. Que las drogas y el alcohol eran la norma y la felicidad era la excepción. Yo vivía día a día sin saber si iba a tener un techo sobre mi cabeza o la comida en el estómago. Mi vida era malísima. Se me quitó dar algo a cambio.
Pero había una certeza en mi vida. Una mancha negra en mi ventana del infierno.
Cole Walker.
Él era un criminal. Un ladrón. Él trae el infierno y la condenación con él dondequiera que va. Él hiere y destruye. Él toma y no da nada a cambio. Era la angustia y la desesperación envuelta en un paquete hermoso y perfecto. Los coches rápidos y las mujeres rápidas eran sus aficiones. Sus vicios. Pero tenía muchos.
Yo era una de ellas.
Yo era su adicción y su anhelo. Su enemigo en esta tierra. Yo le temía. Lo odiaba. Yo lo amaba aún más.
¡Hola, pequeños lectores! ¿Cómo han estado? Espero que bien y lo estarán mejor luego de leer este libro.
Sweet Destruction es solo una novela, sin continuación, de 346 páginas de New Adults y Romance. Es un libro que toca muchos temas; la adicción, los abusos, los bajos recursos y el verdadero miedo al amor. Aquí podemos ver exactamente todas las razones por lo cual no es bueno enamorarse y por un momento, hasta te convence de enamorarte es muy malo.
Samantha —Sam— es una chica que tuvo una infancia y adolescencia dificil. Su padre se fue y su madre quedó destruida. La mujer que supuestamente debía cuidar de ella y de su hermano comenzó a beber, drogarse y a tener tantos hombres como el cuerpo le permitía, así que Bentley —el hermano mayor— se hizo cargo de ella. Eso realmente me derritió el corazón, porque el amor que este chico dos años mayor que ella tenía a los doce años y también ahora a los veintiuno es increíble. Tal vez, si pudiera darle el cielo, se lo daría sin pensarlo dos veces. Aunque a veces es tan sobreprotector que quería golpearlo un poquito, pero entendía su punto. Ella había paso un montón de cosas —desde un hombre queriendo abusar de ella a aguantar a su madre cuando esta estaba drogada y con hombres—, y para él, solo merecía lo mejor.
«—Te mataré o a cualquier hombre que toque a mi hermana, Walker. Ella ha estad en el infierno y se merece solo lo mejor. Tu o Lukas no lo sois.»
Pero a pesar de que Bentley quiera protegerla, es obvio que Sam puede cuidarse a si misma sin ningún problema. No muchas veces la protagonista me llega a gustar del todo en este genero, pero debo admitir que Samantha Ross es una increíble chica. Dura, inteligente, vivaz. Su vida la marcó para siempre, y también las personas que estuvieron en ella, dejando consecuencias por detrás. Ella esta negada a enamorarse, porque no quiere terminar como su madre luego de que el amor de su vida la abandonó, así que la idea a sentir algo más fuerte por alguien era muy ridicula para ella. ¿Y sentir algo porque el chico más peligroso de todos? JA. Esa idea para ella es como una pesadilla.
«[...] Desde pequeña me gustaba ver a los insectos en las luces de la calle que alineaban nuestro barrio. Me recordaban a pequeños humanos, pasando volando alrededor rebrilmente. Veía la luz como algo que todos queríamos, todos y cada uno de nosotros. Era una necesidad, un deseo que nos había ser un enjambre pasando alrededor ansiosamente, golpeando al otro sin cuidado. Para mi esa luz representaba el amor. Si estabas muy cerca de él, eras un fracasado. [...]»
En el comienzo del libro, vamos navegando entre la realidad y el pasado, donde nos explica por qué ellos se odian tanto. Y la verdad que al principio parece que lo hacen mucho, pero de a poco, vamos viendo que no es más que un poco de rencor y rechazo hacia el otro. Si hay algo que pudo haberme molestado un poco, fue que el amor de parte de él no lo sentía tanto hasta lo último. Parecía más necesitado por tener sexo con ella que otra cosa. Y en ciertos momentos, creo que Walker era algo-demasiado lujurioso cuando en realidad, la escritora tendría que haber aprovechado para demostrar el intenso amor que sentía por Sam. Parecía que solo pensaba con la cosa de ahí abajo en vez que con el cerebro que Dios le dio. Aún así, me gustó el personaje, porque era realmente destructivo. Un animal sin piedad cuando se trataba de Sam. Y teniendo serios problemas con la bebida, él intentaba mantener a Sam lejos de él, ya que realmente podría arrastrarla en todo el mundo de m*****.
La mayoría de las veces.
«—Quizás podríamos perder el control juntos —dijo Walker en un susurro —. Solo tu y yo.»
Es un libro que te atrapa de inmediato. Fue atractivo, emocionante y me hizo tener el corazón en la boca más de una vez. Y a pesar que el amor entre ellos no fue algo de como me lo imaginé, fue un libro muy, muy bueno.
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