Las cuatro hermanas March, mujercitas ansiosas de vida y alegría, viven serenamente con el gran afecto que las une entre sí y con su madre, aunque deban renunciar a muchas aspiraciones debido a la modesta condición familiar, agravada desde que el padre está en el frente de batalla. El mérito riquísima en episodios, está en la pintura de los caracteres, estudiados y descritos con delicadísima precisión. Además, es un cuadro vivo de la vida norteamericana en la segunda mitad del siglo XIX.

     ¡Hola, lectores! ¿Cómo han arrancado el mes? Espero que bien, porque yo no tanto (estoy ahogada en parciales de la facultad y no veo la hora de que llegue mi parte favorita del año ¡Navidad!).

     Hoy les traigo la reseña de este clásico, que si soy sincera, nunca me llamó la atención, aunque tampoco sabía de que iba la cosa. Pero una amiga me lo recomendó, luego vi el trailer de la película que saldrá ahora basada en esta novela y decidí darle una oportunidad, esperándome una narración pesada y conversaciones complicadas al estilo de Jane Austen.

      Tuve la grata sorpresa de que no fue así.

     La historia comienza una navidad, donde las hermanas sufren por su padre lejos y por la falta de dinero que tienen. Comienzan las presentaciones de cada hermana: Meg, la mayor, un poco vanidosa y quejosa, que anhela el dinero y la tranquilidad de una vida sin trabajar. Jo, la revoltosa, que siempre esta hecha un desastre y se comporta de la manera que una "mujercita" no debería comportarse. Beth, la dulce, que cumple sus tareas casi sin replicar y piensa siempre primero en los demás antes que en ella misma. Y Amy, la egoísta, siempre pensando en ella misma y pretendiendo ser mejor que los demás gracias a su belleza y su delicadeza femenina.

«Todos llevamos cargas, tenemos un camino por recorrer y nuestro anhelo de hacer el bien y alcanzar la felicidad nos guía para superar los contratiempos y los errores que nos separan de la paz.»

     Estas jóvenes mujeres (la mayor a penas tiene 16), se quedaron sin la riqueza que una vez tuvieron de niñas y ahora, mientras su padre está en la guerra, ellas trabajan y mantienen su hogar. Las dos mayores, Meg y Jo, se encargan, por un acuerdo tácito, de Amy y Beth respectivamente. Debo admitir que con Meg y Amy no pude congeniar demasiado, al inicio al menos, en especial con Amy, al ser tan egoísta e insoportable. Pero Jo se ganó mi corazón al siempre estar fuera de las lineas —y al sentirme tan identificada con ella—, y Beth es demasiado dulce y buena como para no tomarle cariño. También aparecen otros personajes como Laurie, un joven de la edad de Jo, que vive al lado de las hermanas en una mansión junto a su abuelo, Mr. Laurence. Laurie forma una hermosa amistad con las hermanas, en especial con Jo, y se convierte en un personaje creativo y atento.

     A lo largo de la historia, vemos a nuestras protagonistas pasar por toda clase de situaciones y a crecer como mujeres, viviendo altos y altibajos, aprendiendo a apreciar lo que tienen y no la riqueza que les falta. Acompañado de una pluma ligera y delicada, el libro esta lleno de las emociones más puras y humanas. El amor entre las hermanas y la madre de ellas sus hijas es enternecedor y brillante, su amabilidad con terceros es devuelto con creces y aprenden lecciones a cada paso. 

«Una descubrió que el dinero no podía evitar que la vergüenza y la tristeza entraran en las casas de los ricos; otra, que, aunque pobre, era mucho más feliz con su juventud, salud y buen humor, que cierta señora, vieja y descontentadiza, que no sabía gozar de sus comodidades; una tercera, que desagradable como era trabajar en la cocina, era más desagradable tener que pedirlo como una limosna, y la cuarta, que las sortijas de cornalina no eran tan valiosas como la buena conducta. Así, convinieron en dejar de quejarse, gozar de lo que ya tenían y tratar de merecerlo, no fuera que lo perdiesen, en vez de que aumentara; y creo que nunca se arrepintieron de haber seguido el consejo de la vieja.»

     En definitiva, se convirtió en uno de mis clásicos favoritos, y a pesar de que tiene una continuación, Buenas Esposas, creo que me quedaré con esta historia solamente.