«De no ser por esta niña, moriríamos todos.»

     Lyra Belacqua y su animal daimonion llevan una vida un tanto salvaje y despreocupada entre los alumnos del Jordan College de Oxford. El destino que la aguarda la conducirá a las heladas tierras del Ártico, donde reinan los clanes de brujas y los osos polares libran virulentas luchas. Su extraordinario viaje tendrá inconmensurables repercusiones mucho más allá de su propio mundo.

     ¡Hola, mis amores! Hoy les traigo este La Brújula Dorada, libro que acabo de terminar. Creo que más de uno que vio la película la amó y quiso saber como continuaba. Bueno, dejenme decirles que por más que adaptó bastante al libro, al menos el inicio y detalles, y por más que fue una película que me marcó y la amé mucho, prefiero un millón de veces el libro, porque de veras, es una obra de arte en tinta y hojas.

     La historia está dividida en tres partes, partes nombradas respecto al lugar donde la historia transcurrirá. El narrador es omnisciente, cosa que encontré agradable y atractivo porque cada tanto adelantaba algún detalle que te hacía sentarte el borde de la silla ansiosa. Es una narración envolvente y lo suficientemente compleja para que un niño no entienda del todo la historia, pero si para atrapar por completo a un adulto como una telaraña atrapa a una mosca.

      Tenemos a nuestra protagonista, una niña de once años llamada Lyra Belacqua y su daimonion,
Pantalaimon. Un daimonion es un ser (en forma de animal) que esta ligado a la vida de los humanos, nacen con ellos y mueren con ellos. Son un reflejo del ser humano, un alma que camina o vuelta con ellos. Ambos viven en el Jordan College de Oxford, una universidad vendría a ser, dónde Lyra corretea entre los pasillos e incluso el techo junto con su amigo pinche de la cocina, Roger. Lyra es lo que yo llamo un alma salvaje: libre, independiente, testarudo y sobreviviente. Es la clase de niña que toda niña sueña ser de hecho, inteligente y con una imaginación muy buena que usa a su favor para crear mentiras y salirse con la suya... o lograr sobrevivir. 

     Y esta historia comienza cuando ella escucha hablar del norte y del Polvo. Al inicio es una niña que escuchó de más y estuvo en el lugar que no debía estar y metió las narices en cosas que no debía meterlas, pero a lo largo de la historia, en el que transcurren solo un par de meses creo, crece mentalmente sin darte cuenta. Y son tales las cosas que pasa que puedes dejar de leer en ningún momento, porque desde que comienzan a haber niños desaparecidos y luego aquel amigo de la cocina de Lyra también desaparece, se embarca en una aventura que, según nuestro narrador, definirá el destino de los mundos. Aventura que tiene personajes singulares y bien creados, junto a un oso polar guerrero y un misterio a cada paso. Con el oso a mi ya me habían ganado sinceramente.

     Este libro transcurre en un mundo donde existe Oxford o ciudades conocidas, ciudades inventadas, osos polares, brujas, fantasmas, espíritus y daimonions. Quedé maravillada con la historia que creó Pullman, porque cuando leo un libro de fantasía, evalúo no solo los personajes, la narración y la trama en general, sino la originalidad de la historia, de la fantasía creada. Y este me dejó con la boca abierta y me hizo quedarme sentada con el libro en las manos y mirar a un punto sintiendo ese mundo muy próximo a mi. Porque la narración de Pullman es mágica a la hora de involucrar emociones humanas y horror. Es un libro crudo a mi parecer, muchas veces creo que puse cara de espanto en el transporte publico o cara de estoy sintiendo lo que la protagonista siente y no es nada bueno. Debo admitir que las primeras 130 páginas más o menos, son más lenta por la introducción al mundo de Lyra y a la historia principal, pero una vez que esas páginas pasan, es súper adictivo.

     En fin, es uno de los mejores libros de fantasía que leí en el año y en mi vida. Y si lo han leído o van a hacerlo, espero que les enamore tanto como a mi. Ahora voy a comenzar el segundo tan rápido como pueda (gracias a los dioses, tengo la trilogía completa ya).