La verdad te liberará...

   Verum es el segundo libro de la trilogía Nocte. Si leen esto, significa que ya todos sabemos que Finn, el hermano mellizo de Calla, esta muerto junto con su madre, lo que significa que todo esos momentos que lo leímos en el primer libro, no era real. Claro, nuestra protagonista no sabía eso hasta lo último y cuando estamos a punto de descubrir algo muy, muy grande de Dare, las palabras se terminan. 

   Bravo, Courtney, una buena forma de hacer que tus lectores entren en pánico. Iupi.

   En esta segunda parte, vemos como Calla esta al borde de la locura. Y cuando digo al borde, me refiero a que la línea entre lo que es real y lo que no es bastante difusa, mismo para ti cuando lo vas leyendo. 

   Ella y Dare van a Inglaterra, donde Dare y la madre de Calla se criaron. Por un momento, estuve algo descolocada, porque no entendía ciertas cosas. Al principio, no sabía porqué iban allí, ni cuándo salió esa cuestión, etc. Pero de a poco me fui acomodando. En este caso, pienso que la escritora nos quería dejar más descolocados de lo que debería haber hecho, pero bien, entender no fue imposible, aún sí, me costó recordar que la madre de Dare, Olivia, había estado casada con el tío de Calla cuando él era pequeño, así que ellos eran como primos falsos. Sip, es como un trabalenguas. 

   Calla va a Inglaterra para recuperarse de la gran perdida. Su mente esta mal, y al leer sientes la incoherencia de ciertas cosas, el sobre-estrés de su mente, todo, y lo sientes como su fuera tuyo, algo bastante increíble. Sientes la frustración porque todos allí esconden algo grande, incluso Dare.

«—Corre, ratoncito. El halcón viene, y te va a comer.»

Y esto molesta a Calla, porque lo único que hacen las personas es responder misteriosamente con cosas evasivas. Es entendible, la mente de Calla esta frágil y a punto de quebrar, pero ¿hace falta que todo el mundo sea misterioso y no quiera ayudarla a entender un poco de qué va todo eso (su vida y su alrededor)? ¡Hasta la hacen sentir loca! ¿O es que lo esta? Porque lo único que la mantiene en calma es imaginar a su hermano mellizo muerto. Ajá, si, leyeron bien. Imagina que le habla, que se enoja por ciertas cosas, que toca cosas..., es bastante extraño, demente y masoquista, pero al menos en ese momento, nuestra protagonista parece estar más cuerda (que irónico).

«—Mientras conozcas la diferencia- entre la realidad y tus pensamientos, 

todo esta bien —dice con tranquilidad, como si fuera una invitada a la